El jueves 10 de octubre de 2024, en la Sala América de la Biblioteca Nacional, trabajadores culturales, académicos y creativos de diferentes partes del país se reunieron para reflexionar sobre el papel de la sociedad civil en la implementación de la Convención de 2005 de la UNESCO, ya ratificada. Chile y más de 153 países y la Unión Europea.
“Con motivo del 20° aniversario de la Convención sobre la Diversidad de las Expresiones Culturales, la UNESCO reafirma su compromiso de fortalecer y apoyar a las instituciones como impulsoras del desarrollo artístico en Chile. Desde su creación, la Convención ha sido una guía esencial para las políticas culturales de muchos países, promoviendo la integración de la cultura en el desarrollo sostenible. En estas dos décadas, las sociedades han cambiado y hoy, más que nunca, se necesita una mayor participación de la sociedad civil y una inclusión más amplia de los territorios locales. Por tanto, la colaboración entre instituciones culturales y ciudadanía será clave para afrontar los retos futuros”, afirmó Esther Quiché Laroche, Directora de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
“Como Ministerio de Cultura valoramos esta alianza virtuosa con la UNESCO y seguimos convocando a un diálogo y una reflexión profunda y concreta sobre el aporte de las políticas culturales al desarrollo de Chile y de nuestros países. Y en esta ocasión, especialmente como agentes activos influir en la formulación de políticas públicas y en los impulsores de la diversidad cultural sobre el papel de los individuos», dijo. Carolina Arredondo, Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile.
El encuentro permitió identificar oportunidades y brechas en políticas relacionadas con la diversidad cultural. Entre los aspectos positivos se destacaron experiencias como el trabajo de Fundación IDAVA por los derechos culturales de las personas con discapacidad y la inclusión de Concepción como Ciudad Creativa de la Música de la UNESCO, que surgió de sus propios habitantes. Asimismo, el creciente número de proyectos chilenos financiados por el Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la UNESCO y el Programa UNESCO-Aschberg para Artistas y Profesionales de la Cultura, implementados en colaboración con el Ministerio de Cultura, contribuyeron al desarrollo de la agenda cultural de trabajo disciplinado de Chile.
Los investigadores Lázaro Rodríguez, Fabiola Leiva y Mauricio Delfín analizaron los desafíos de gestionar la cultura desde las comunidades y regiones y la necesidad del sector cultural de comunicarse con otros sectores de la sociedad. Los expertos subrayaron que el desafío para la conferencia en el futuro es mirar más allá de acciones específicas hacia cambios sistémicos y estructurales. Además, enfatizaron la importancia de comprender el propósito de estas herramientas y cómo estos métodos se pueden aplicar a la evolución organizacional dentro de las organizaciones.
Entre las muchas ideas presentadas, la presentación de Lázaro Rodríguez del cuarto IPC demuestra el compromiso del gobierno chileno con la alineación de los programas con las normas establecidas por la Convención de 2005, con áreas prioritarias como el fortalecimiento de los sistemas de gestión cultural, la creación de condiciones para la externalización y la internacionalización. En casa, afirmar los derechos humanos y las libertades fundamentales y contribuir al desarrollo sostenible a través de la cultura.
Fabiola Leiva compartió una serie de reflexiones profundas a partir del cuarto IPC, y dijo que desde una perspectiva regional, se convertirá en una herramienta fundamental para los gestores e investigadores culturales de nuestro país. Sin embargo, destacó que la conferencia no es sólo para el sector, estas herramientas están diseñadas para funcionar dentro de la sociedad en su conjunto, por eso tienen objetivos, áreas de acción e indicadores. Algunos de los resultados que señaló incluyen la creación y gestión de conocimientos, la comprensión de los resultados y los impactos, y la identificación y ampliación de capacidades.
Mauryo Telefin habló de su experiencia en establecer un puente con el gobierno abierto y el gran gobierno desde el punto de vista de la participación ciudadana en la cultura. Señaló que, para abrir el régimen, la participación no es el único factor importante; También se deben considerar la transparencia y la rendición de cuentas. Explicó que la gente participaría en la empresa si tuviera más confianza y que si la empresa fuera muy transparente, lo creerían. Además, las empresas actúan con mayor transparencia y su rendición de cuentas es mejor. Reiteró que la democracia cultural no puede existir sin la participación ciudadana y que la Convención de 2005 es una herramienta que puede utilizar la sociedad civil.
En esta ocasión, se lanzó una serie de charlas de capacitación para agentes de la sociedad civil, incluidos representantes de concejales regionales de cultura, arte y patrimonio y brigadas regionales regionales, relacionadas con el mandato y actividades de la convención de 2005 de la UNESCO. Profundizar en los temas tratados en el seminario.