A raíz de los devastadores incendios forestales que mataron al menos a 133 personas en el centro de Chile, un estudio reciente advierte que eventos catastróficos de este tipo serán más frecuentes en toda América del Sur a medida que el cambio climático aumente las temperaturas y las sequías globales.
Incendios forestales sin precedentes revelan una aguda crisis climática
Este febrero, Chile fue devastado por los incendios forestales más mortíferos de la historia reciente, eclipsando las muertes del terremoto de 2010 y poniendo de relieve una crisis climática urgente. Las llamas, alimentadas por fuertes vientos y el aumento de las temperaturas, arrasaron comunidades cercanas a Viña del Mar y Valparaíso, dejando un rastro de destrucción y miseria. La tragedia no es un evento aislado, sino una terrible advertencia para el futuro, según un nuevo informe de World Weather Attribution, que vincula la creciente probabilidad de que se produzcan desastres de este tipo en América Latina con el cambio climático.
Un equipo internacional de científicos utilizó el índice de aire caliente y seco (HDWI) para evaluar la interacción entre el calor, el viento y la humedad para identificar las condiciones óptimas para los incendios forestales. Contrariamente a las sospechas iniciales, el reciente aumento del HDWI, que por lo tanto no está impulsado directamente por el riesgo de incendios forestales, el calentamiento global o los patrones de El Niño, ha producido un peculiar efecto de enfriamiento regional frente a la costa de Chile. Sin embargo, el informe presenta una predicción sombría: a medida que aumenten las temperaturas globales, aumentará la frecuencia e intensidad de los incendios forestales en áreas como Viña del Mar y Valparaíso.
La difícil situación de Chile es un microcosmos del desafío ambiental más amplio de América Latina. Países desde el Amazonas de Brasil hasta los bosques secos de Argentina y las llanuras de Colombia están experimentando impactos cada vez mayores del cambio climático en la frecuencia y gravedad de los incendios forestales. La Amazonía, a menudo llamada los «pulmones de la Tierra», ha sufrido incendios sin precedentes en los últimos años, una combinación de deforestación y cambio climático. Mientras tanto, Argentina enfrentaba su propio infierno en el Delta del Paraná, agravado por una sequía prolongada y altas temperaturas.
La peligrosa trayectoria del calentamiento global: un llamado a la acción urgente
La comunidad científica advierte que una trayectoria de calentamiento global de 1,2°C por encima de los niveles preindustriales ya significa un mayor riesgo catastrófico. Si el calentamiento global excede el límite de 2°C, es probable que la situación empeore y se intensifique el clima propenso a incendios alrededor de las ciudades vulnerables. Dado que es probable que las temperaturas aumenten hasta 2,9°C este siglo según los compromisos climáticos actuales, la urgencia de tomar medidas internacionales nunca ha sido más clara.
América Latina se encuentra en una encrucijada, enfrentando la doble amenaza de la vulnerabilidad a los desastres naturales y las desigualdades socioeconómicas que magnifican los impactos del cambio climático. Los incendios forestales chilenos subrayan la necesidad de políticas ambientales integrales y cooperación internacional para mitigar estas amenazas. Esto incluye mejorar la preparación para desastres, invertir en la gestión sostenible de la tierra y promover la resiliencia climática en las comunidades vulnerables.
La interconexión de los desafíos ambientales globales: la necesidad de una respuesta colectiva
Además, la tragedia de Chile es un recordatorio de la interconexión de los desafíos ambientales globales. La lucha contra el cambio climático requiere un frente unido, que trascienda las fronteras nacionales, para desarrollar una respuesta colectiva capaz de abordar las causas profundas del aumento de las temperaturas y sus consecuencias catastróficas.
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Mientras América Latina lidia con los efectos del cambio climático, la comunidad internacional debería prestar atención a las señales de advertencia de los trágicos incendios forestales de Chile. Se necesitan medidas urgentes para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger los ecosistemas y prepararse para un futuro en el que este tipo de desastres serán más comunes. Los recuerdos de aquellos perdidos en las llamas de Chile deberían inspirar cambios, inspirar esfuerzos globales para crear un mundo más resiliente y sostenible frente a un planeta que se calienta.