Fuente de imagen: gobierno de chile
En Chile, el 50º aniversario del golpe que derrocó al presidente Salvador Allende ha reavivado una conversación nacional sobre el legado tanto de Allende como de su sucesor, el general Augusto Pinochet. Este evento también ha creado revuelo Renovados llamados a una mayor transparencia sobre el papel de Estados Unidos Antes y después del golpe. Peter Kornbluth, investigador principal de los Archivos de Seguridad Nacional, publicó la versión chilena de su libro de 2003, «El expediente Pinochet», en el que describe información tanto antigua como nueva. Esto incluye detalles como Reunión en la Casa Blanca entre Henry Kissinger y Augustine Edwards, propietario de El Mercurio, el principal diario de Chile en ese momento. La reunión tuvo lugar 11 días después de la victoria electoral de Salvador Allende.
Cincuenta años después, el papel de Estados Unidos en Chile arroja una sombra aún más larga. El golpe de 1973 reformó la trayectoria del país hasta el punto de que los debates constitucionales actuales giran esencialmente en torno a qué parte de la Constitución de Pinochet de 1980 (que ha sido enmendada cientos de veces) debería conservarse.
Sin embargo, el panorama ha cambiado significativamente. Estados Unidos, que alguna vez fue un socio central en los asuntos chilenos, ahora navega en un mundo cambiado. Este cambio no se debe sólo a que la Guerra Fría terminó hace una generación. La influencia de Estados Unidos ha sido reevaluada por cambios globales e internos, así como por la configuración de las teorías de política exterior. El aniversario del golpe está provocando un análisis introspectivo de cómo la postura de Estados Unidos hacia Chile refleja cambios más importantes en su enfoque de política exterior en el escenario mundial.
La atención se centra en examinar la transición de la alguna vez audaz participación de Estados Unidos en la política interna de Chile a su estado contemporáneo. La esencia de este estudio no es sólo comprender por qué la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se ha retirado de los métodos pasados, sino también comprender cómo ha cambiado la naturaleza de la influencia en el futuro.
Esta narrativa se desarrolla dentro de una realidad más amplia: es posible que Estados Unidos no haya renunciado a su poder, pero tal vez haya moderado su disposición a utilizarlo. Consideremos Ucrania, donde Estados Unidos ha resistido activamente la agresión rusa, generalmente a través de sus aliados de la OTAN, y ha tenido cuidado de lograr un equilibrio que evite provocar la expansión rusa.
En la actual era posterior a la Guerra Fría y a Irak, coinciden en que las tácticas de fuerza contundente socavan la credibilidad global y la posición moral para apoyar conspiraciones o invasiones. El deseo de Estados Unidos de evitar interferir en los asuntos internos refleja una apatía interna y un orden global diferente en el que inmiscuirse en la política nacional de otros países es impopular y menos eficaz. Como resultado, la narrativa de que la CIA participa en operaciones encubiertas se ha desplazado hacia el compromiso diplomático y la cooperación económica.
El propio Chile ha experimentado cambios transformacionales que han dado forma a la influencia estadounidense. La economía diversificada del país, las crecientes asociaciones comerciales y los compromisos diplomáticos han allanado el camino para un país más autosuficiente. Estados Unidos es un socio importante en áreas como la defensa, la educación y el comercio. El comercio bilateral con Chile ronda los 3.000 millones de dólares En los años posteriores a la era autoritaria. En 2021, esta cifra habrá aumentado a 38 mil millones de dólares estadounidenses.. Sin embargo, en comparación, La cifra comercial de China es de casi 58 mil millones de dólares estadounidensesDestacando la dinámica cambiante del mercado del siglo XXI.
En este sentido, la capacidad adaptada de Estados Unidos para dirigir el rumbo de Chile es un testimonio de la nueva realidad global que exige un enfoque más matizado de la política exterior. Este enfoque implica una diplomacia y cooperación sutiles y consistentes, que pueden ser más valiosas que las tácticas del pasado.
Este cambio de paradigma requiere, entre otras cosas, una reevaluación del papel de la opinión pública. El mundo interconectado de hoy, saturado de información en tiempo real, requiere mayor transparencia y rendición de cuentas a un ritmo más rápido. Las personas comprometidas significan que cualquier irregularidad puede desencadenar una reacción rápida y grave. La era de las operaciones encubiertas ha dado lugar a un público que exige una política exterior (y a menudo interior) más selectiva y basada en principios. El cambio climático y las cuestiones de género representan algunos de los desafíos que enfrenta el Sur Global, donde Estados Unidos mantiene una autoridad moral en comparación con la mayoría de sus competidores internacionales. El conflicto en Ucrania tiene fuertes raíces en Chile Países latinoamericanos Preservar el orden internacional liberalEstados Unidos demuestra que hay espacio para desarrollar una política exterior basada en valores en la región para contrarrestar las actitudes a menudo clientelistas de sus rivales.
Por lo tanto, las características de la relación bilateral actual están muy alejadas del enfoque que impulsó a Estados Unidos a emprender operaciones encubiertas hace medio siglo. Por ejemplo, una empresa chilena, Cencosud ahora posee una participación mayoritaria en una importante cadena de supermercados estadounidenseY Shake Shack, una cadena estadounidense de restaurantes rápidos e informales, ofrece platos vegetarianos desarrollados por la empresa chilena Notco.. Más allá del comercio, el acuerdo Chile-California ofrece varias vías de cooperación en agricultura, energía y educación. El Un tratado fiscal recientemente ratificado El Congreso de Estados Unidos (después de una espera de 13 años) facilitará la inversión eliminando la doble imposición. Y, después de duras negociaciones, Chile ha El único país latinoamericano. Promoción del turismo y viajes de negocios para disfrutar del estatus de exención de visa con Estados Unidos.
En consecuencia, la evolución del papel de Estados Unidos en Chile subraya una narrativa más amplia de dinámicas cambiantes de política exterior. Participar en una cooperación mutuamente beneficiosa del pasado refleja una tendencia global en la diplomacia. Aunque las realidades políticas han reducido el uso audaz de esa influencia, la capacidad de influencia estadounidense permanece. Chile, de la misma manera, es un testimonio de la resiliencia de las naciones a la hora de moldear su destino mientras luchan contra las presiones externas. Esta reflexión sobre los últimos cincuenta años es un recordatorio de que la política exterior, como el mundo que configura, está en constante cambio, impulsada por los vientos dominantes, a menudo impredecibles. Una navegación exitosa requiere una adaptación flexible y al mismo tiempo mantener un sentido claro de dirección hacia el destino deseado.
Carl Meacham Pasó más de una década como personal profesional superior para América Latina del senador Richard Luger (R-IN) en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos (SFRC). Actualmente es el Director General de FTI Consulting.
Robert Funk Es profesor asistente de ciencia política de la Universidad de Chile y socio de la consultora Andes Risk Group.
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